I Think Tank de Mujeres Influyentes de Castilla y León

La falta de adaptación de los perfiles a las necesidades del mercado, la escasez de mujeres en puestos directivos y Consejos de Administración, una sociedad conservadora y endogámica y la dificultad para emprender, son algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la mujer profesional castellanoleonesa, ha señalado el “I Think Tank de Mujeres Influyentes de Castilla y Léon”, que se reunió a finales de junio en Valladolid como parte de las actividades de “Mujeres Influyentes de España”, primera red de apoyo entre mujeres líderes de nuestro país.

Las castellanoleonesas Sonia Pascual, consejera de Grupo Pascual
, Beatriz Escudero, CEO de Pharmadus y presidenta de Vitartis (Asociación de la Industria Alimentaria de CyL), Soraya Mayo, diputada en el Congreso y ex presidenta de ATA CyL, María Jesús Cuéllar, presidenta de la Universidad Isabel I de Castilla, Ana Fragua, presidenta de Forwomen, María Victoria Seco, directora general de Telecomunicaciones de la Junta de CyL, Chus García, directora general y propietaria de Ibéricos Torreón, Ana Espinel, CEO de Audiotec y miembro de la Junta 
directiva de Empresa Familiar de CyL, Ana Clavero, directora general de Bodegas Emilio Moro
 y Cepa 21 e Isabel Martín Arija, directora general de Caja Rural Salamanca, fueron las 10 mujeres que participaron en este I Think Tank de Mujeres Influyentes de Castilla y Léon para analizar las 10 principales barreras de la mujer profesional en la región.

El objetivo de la sesión: poner sobre la mesa los obstáculos y llamar la atención sobre algunas de las dificultades específicas que enfrentan las profesionales castellanoleonesas, identificar las barreras y proponer soluciones o próximos grupos de trabajo para aminorarlas. Está previsto que los resultados de este Think tank sean presentados en el Encuentro Nacional de 2020 en Madrid de todas las Comunidades de Influyentes y localmente antes.

Según datosmacro.com, Castilla y Léon es la séptima economía de España por volumen de PIB y octava en PIB per capita, es la región más extensa del país, la octava menos endeudada y la décima en tasa de paro (datos EPA T1/2019), con un 12,4% de la población activa, tasa inferior a la nacional. Es, sin embargo, Castilla y Léon la comunidad autónoma con mayor tasa de fuga de talento joven de España, según el Boletín de la Asociación Española de Geografía. Burgos y Valladolid, seguidas por León y Salamanca, concentran el peso en la Economía regional pero ninguna de ellas da respuesta a la demanda de empleo de los perfiles profesionales locales, que, si desean quedarse en la región, se ven abocados frecuentemente a ocupar puestos por debajo de su formación y capacidades, lo que genera frustración y síndrome de burned out (trabajador quemado). El 16 % de las universitarias castellanoleonesas emigra tras graduarse.

Por otro lado, la falta de oferta para los perfiles actuales lleva a otro porcentaje de mujeres y hombres castellanoleoneses a lanzar proyectos emprendedores, a inventar un autoempleo, que sin embargo tiene difícil dar un paso más allá y pasar al siguiente nivel, debido a las barreras que pueden suponer las licencias, costes de producción y modelos obsoletos de comercialización en una región donde son sectores principales el agroalimentario, el agropecuario y el comercio.

Según las paticipantes en este Think tank, las empresas castellanoleonesas necesitan perfiles más a medida y la Universidad debería ser capaz de ofrecérselos. Es necesaria una adaptación rápida del mundo académico a los nuevos tiempos y, por parte de la Administración, hacer atractivo el vivir y trabajar en Castilla y Léon, como alternativa a un mercado laboral en grandes ciudades como Madrid, mucho más agresivo y productor de trabajadores que, cada vez más, están revelando su hartazgo de trabajar en un entorno hostil, inestable y sin posibilidades de conciliar vida familiar y personal.

Además, la empresa familiar es base del tejido empresarial en Castilla y Léon, un tipo de empresa tradicional que en la mayoría de los casos no ha sabido adaptarse y está basada en sistemas de patriarcado donde la mujer no ha accedido a los puestos directivos. “Hacen falta planes de Igualdad y cuantificar la aportación de la mujer en la cuenta de resultados”, coinciden en señalar varias de las Influyentes.

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por Ical, en Castilla y León, la presencia de la mujer en los consejos de administración ha crecido en la última década aunque a un ritmo muy lento y en el último año, curiosamente, incluso ha retrocedido. En 2018, sólo un 14 % de los puestos directivos de las empresas grandes o medianas estaban ocupados por mujeres; en total, 700 de 5.000 directivos, frente al 26,4 por ciento de 2017, un descenso muy llamativo.

Sobre este asunto, varias de las participantes en el Think Tank destacan el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que viene a ratificar estudios anteriores sobre la mejora de resultados en las empresas que cuentan en sus cúpulas directivas con mujeres. A pesar de ello, las cifras no mejoran. Cabe destacar, además que “Parece los datos han mejorado algo en las empresas del IBEX, pero en Castilla y Léon debemos hablar de PYMES o micropymes, que son el 95 % de nuestro tejido empresarial”, señalan.

La despoblación de la región es otro de los problemas más graves. “Sin habitantes, no hay clientes ni hay empresas”, indican las Influyentes. Se debe promover el emprendimiento rural “con opciones de financiación alcanzables para los autónomos de la comunidad, que en un 54% son mujeres”.

La brecha digital, la maternidad, la corresponsabilidad, la inteligencia emocional, la humanización de las empresas y la Educación de hombres y mujeres desde niños, son algunos otros de los temas que se trataron en la sesión de trabajo.

Los cambios son muy lentos. “Llevamos años implementando medidas, pero los avances son muy limitados. Es hora de pensar qué podemos hacer entre todos para acelerarlos”. Las mujeres tenemos que levantar la mano y aceptar los retos. “Más mujeres influyentes y menos victimismo”, cerró una de las participantes.

10 problemas de las mujeres profesionales castellanoleonesas

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